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Yassmín Barrios: La ley tiene que ser para toda la gente

Una justicia para todo el mundo es posible y está en camino, según la jueza Yassmín Barrios, quien en 2013 logró juzgar el ex dictador de Guatemala por genocidio. El juicio también significó que las mujeres testigos rompieron el silencio de la violencia sexual a la que estuvieron expuestas:
– Mi impresión es que las mujeres se han fortalecido, han perdido el miedo, dice Yassmín Barrios a la perspectiva feminista en una entrevista importante.

– Un juez tiene que ser imparcial, independiente y unicamente en base de las pruebas, y no aceptar ningún tipo de interferencia, sea quien sea. Se tiene que defender, dice Yassmín Barrios como si fuera la cosa más simple y más dada en el mundo.

Recientemente visitó Estocolmo, sobre todo para mantener contacto con representantes de la sociedad civil y las instituciones en el marco de la cooperación de desarrollo entre Suecia y Guatemala. La cooperación incluye apoyo en el proceso de justicia transicional en curso que ahora se encuentra en una fase crítica.

Barrios es famosa por su papel en el juicio contra el ex dictador del país, el colonel José Efraín Ríos Montt. El veredicto que anunció en 2013 significó que un ex jefe de estado por primera vez fue condenado por genocidio en un tribunal nacional. Ríos Montt fue declarado culpable de haber ordenado las masacres de 1.771 personas del pueblo maya Ixil en 1982-1983. Barrios también está detrás del veredicto de 2016 contra soldados del ejército guatemalteco por haber violado, ezclavizado y torturado a un grupo de mujeres. Incluso esta sentencia es única cuando un tribunal nacional por primera vez reivindicó la responsabilidad de la violencia sexual como un crimen de lesa humanidad.

Por su esfuerzo, Yassmín Barrios ha recibido una serie de premios de honor. Buscar la verdad también ha tenido un alto precio. Cuando una Feministiskt perspektiv se encuentra con ella en un hotel en el centro de Estocolmo, nos dice que los premios ayudan en situaciones difíciles, como cuando la han intentado de asesinar.

– Siempre cuando se hace justicia hay effectos colaterales, dice sin ilusiones.

De donde sacaste la fureza para enfrentar obstáculos de ese tamaño y qué ha sido lo más difícil?

– En primer lugar, soy abogada, amo la justicia, amo el derecho, las convicciónes son firmes, y desde el momento que asumí como juez es un juramiento defender la justicia, la independencia judicial y actuar correctamente. Entonces eso es una condición que a través del tiempo he seguido guardando y sigo respetando. Creo firmemente en esos valores intrínsicos.

– Si hay pruebas, pues logicamente se tiene que condenar, y si no hay pruebas se tiene que absolver. El análisis jurídico es hermoso, es un trabajo científico, didactico, pedagógico, histórico y que conlleva la realización y interrelación de muchísimas ciencias. Es hermoso el trabajo que se realiza y cuando es para realizar el valor justicia, aún más.

– Lo que a veces nos cuesta es el contexto que nos rodea, las amenazas, las persecuciónes. No es lo más difícil juzgar los casos en si, como existen, si no la realidad que nos rodea, saber que existe demasiada delincuencia que a veces se puede utilizar para causarle dano y atentar contra la vida de los propios juezes. Ese es nuestro ambiente.

¿Y a veces las amenazas están relacionadas con lo que está suceciendo en el tribunal…?

– Cada caso es diferente.

¿Cómo se ve la resistencia en este momento?

– Básicamente en Guatemala existe por el momento una crisis de carácter institucional. El deseo de los ciudadanos guatemaltecos es fortalecer el estado de derecho, tener una sociedad civil que juega un papel relevante en la lucha de los derechos humanos, respetar la dignidad de las personas y no tolerar la corrupción, dar un combate frontal contra la impunidad. En eso estan participando diversos sectores, tanto del sector público como privado, las universidades, estudiantes y ciudadanía en general. La idea es fortalecer el estado de derecho. Eso es a nivel global.

¿Como fue recibido el juicio de genocidio en los países vecinos?

– Ha tenido un impacto muy positivo. La historia de Guatemala es también la historia de América Latina. Momentos historicos en los cuales ha existido grupos que no han respetado los derechos humanos y también se ha tenido gobiernos muy autoritarios, dictatoriales. Ahora en los casos de justicia transicional, ha salido a reducir los conflictos que se han dado en la sociedad guatemalteca y que también se han replicado en los otros países de América Latina. Por ejemplo El Salvador ha tenido situaciones similares y se ha sentido muy motivada a seguir casos de juisticia transicional, igual que ocurre en Guatemala. Ahora cuando ya se ha firmado la paz en Colombia, no digo que sea el modelo exacto, pero sirve como un precedente positivo para Colombia. Así podemos hablar sucesivamente de otro legado de América Latina.

– Se ha visto de forma positiva, mostrar que país, aún cuando tengan pocos recursos humanos y materiales se pueden llevar a cabo este tipo de procesos judiciales. Por otra parte la amnistía no es aceptable porque se trata de delitos de lesa humnaidad, por lo tanto aún cuando haya pasado el tiempo, no prescriben, según los tratados de los derechos humanos. Entonces creo que es un buen precedente para los demás países de Latinoamérica. Hay que seguir juzgando los casos que hayan similares.

Grandes desafíos

Hasta cierto punto, el juicio por genocidio fue rechazado y se reanudó recientemente, pero los abogados defensores del ex dictador de 91 años de edad, como otras veces han recurrido a evitar un nuevo proceso por razones de salud, esta vez demencial.

¿Cuál es el mayor desafío para impulsar los procesos, y también para reclamar responsabilidad, para que los perpetradores realmente tomen su castigo?

– Si las condenas no se materializan, de alguna manera se puede debilitar el sistema. Sin embargo en el caso de genocidio, Guatemala dió a conocer que es posible juzgar ese tipo de delitos, respetar los estandares internacionales, también que se podían aplicar las normas territoriales de Guatemala haciendo aplicación también de convenciones internacionales.

– Es muy paradigmático el caso de genocidio porque se juzgó en territorio guatemalteco, en el lugar donde habían ocurrido los crímenes, donde se encuentran las víctimas y familiares de las víctimas del conflicto. Lo sentenciamos tres jueces guatemaltecos y aplicamos leyes guatemaltecas en acompañamiento con convenciones internacionales. Eso le da mucha especialidad.

– Por otra parte se trata de procesos judiciales del pasado reciente de la historia de Guatemala, eso hizo que la propia sociedad se incentivara por su estudio, en un entorno de riqueza procesual porque las personas pudieron comunicarse en su idioma mayense y se hizo uso de traductores. Esto dio a conozer la riqueza que nosotros tenemos en nuestro país pluricultural, multilingue, diversos grupos de la población, diversos grupos étnicos. Por otra parte demuestra que los derechos que una vez fueron violados también son patrimonio de la humanidad. Porque si bien las víctimas fueran guatemaltecas, ese tipo de delitos atae a todo ser humano porque se vedaron los principales derechos.

Seguridad jurídica bajo amenaza

Ahora que la gente continúa demandando justicia desde varios aspectos, ¿qué se necesita para seguir adelante?

– Necesitamos respeto por el sistema legal. Necesitamos respeto por las decisiones de los jueces, que no haya ningún tipo de interferencia en el trabajo que realizamos los juzgadores. La justicia tiene que ser libre e independiente para poder llegar a todas las personas y aplicarse por igual, sin ningún tipo de privilegio político, económico o social. La ley tiene que ser para todos en igualdad de condiciones. Solo así se puede confiar realmente en los resultados que se pueden tener. Acualmente sí, este conocimiento público, estamos atravesando una crisis de carácter institucional. Sin embargo, el hecho que los guatemaltecos ejerciten sus derechos ciudadamos, salgan, manifiesten e indicen lo que no les agrada, ya es una muestra de ese fortalecimiento y que debemos continuar fomentando la cultura civica de nuestro país. Cada ciudadano tiene el derecho de expresar lo que piensa, puede que guste, puede que no guste, pero es su libertad y eso fortalece.

Una de las personas que testificaron en el juicio de genocidio y que ayudó al veredicto contra Ríos Montt es Ana de León López. Ella visitó a Suecia después de que el veredicto cayera y la presión sobre Yassmín Barrios estaba muy fuerte. ¿Qué estaba pasando?

– Uno de los abogados defensores del general Ríos Montt interpuso una queja en mi contra ante el tribunal de honor del Colegio de abogados, por haber participado en la sentencia del caso de genocidio. Pedían que me suspendieran un añõ y que me multaran. El tribunal de honor accedió a la solicitud. Cuando a mi me notifican digo que es injusto, es ilegal, están violando la constitución. Están violando la independencia judicial. El tribunal de honor no tiene derecho a juzgar mi calidad de juez.

– A mi solo me podría juzgar la junta de disciplina del organizmo judicial, porque soy juez, y me ampara la constitución, me ampara la convención americana sobre derechos humanos y me ampara el estatuto de juez iberoamericano así como otros tratados. Ellos no tienen derecho a juzgarme porque yo apliqué la ley a base de la independencia judicial. Aparte de eso, no fui sola quién juzgo, fuimos tres juezes. Entonces porqué el ataque solo contra mi persona. Interpongo un amparo y en segunda instancia la corte de constitucionalidad me da la razón indicando que ellos no tenían porqué juzgar ni porque haber declarado en con lugar una denuncia en mi contra. Me dieron la razón.

¿Qué dice eso acerca de la seguridad jurídica?

– Se ha ido resforzando poco a poco continuamente. Tal vez es despacio, poquito a poco, pero se ha ido fortaleciendo. También eso sirvió no solo para mi pero también de precedente para otros juezes. Sacamos lo positivo.

Abusos sexuales

El caso de genocidio también muestra, como ejemplo, que mujeres han jugado papeles muy importantes en estos juicios. ¿Como lo explicas?

– Es una situación de órden histórico y de género. Creo que las mujeres tenemos mucha fortaleza, más allá de la fortaleza física tenemos mucha fuerza moral, mucho empuje y tenemos pues digamos que somos proclives hacia la aplicación de justicia, hacia la buena administración a aportar hacia la sociedad. Recordamos que las mujeres somos generadoras de vida y tenemos capacidad de llevar esa sensibilidad humana a los diferentes sectores en los cuales nos desenvolvemos. Creo que eso nos ha ayudado mucho. Hoy, en la sociedad guatemalteca, hay muchas mujeres en todos los ambitos en los cuales nos desenvolvemos estamos contribuyendo con nuestros trabajos, nuestros estudios a tener una mejor sociedad, a lograr un mejor país. Queremos un presente y un futuro con mejores condiciones.

Reclamos de justicia por abusos sexuales en guerras han sido fortalecidos los últimos años. Ahora vemos un grito en las redes de sociales después de un caso acoso sexual en la industria de cinecon la campaña #metoo. En Suecia también han surgido testimonios, cosas que han pasado en la vida laboral, en la calle, en la casa, en familia, entre amigos, a vezes hace mucho tiempo, y los responsables pueden seguir por el silencio que antes había. Casi ninguno de esos casos van a llegar a un juicio. Cual es su experiencia, puede cambiar la sociedad cuanto más gente habla?

– Si, hay más conoscimiento. Me parece que las mujeres se han empoderado, han perdido el miedo. Por ejemplo en el caso de genocidio, las mujeres itxiles dieron a conocer, delante del público, las violaciones sexuales de las cuales habian sido objeto durante ese tiempo de conflicto armado.

– Y en el caso de Sepur Zarco es muy hermoso porque las mujeres dan a conocer su testimonio, todo su sufrimiento, pero también se convierten en actoras al poder potenciar y acceder a la justicia. Es muy importante para una mujer, mujeres pobres, campesinas, enfermas que han luchado durante mucho tiempo para que se les haga justicia y por fin logran en el caso de Sepur Zarco, una sentencia que fue confirmada en segunda instancia.

– Ahora bien, en mi país existen tribunales de feminicidio, y en el tribunal donde yo trabajo también vemos casos de feminicidio y de violencia contra la mujer. Posiblemente en Guatemala por las condiciones de vida que se llevan y porque existe todavía un sistema inminentemente patriarcal en el cual el hombre, no todos, pero si un sector de la sociedad, ejerce violencia contra la mujer, está haciendo que las mujeres se levanten, se empoderen y presenten sus denuncias.

– Adhieren al ministerio público para que se investigen sus casos. Esto también da un fenomeno de alerta, marca un alto, los hombres ahora tienen más respeto hacia su actividad dentro o fuera del hogar, también en los lugares de trabajo para evitar el acoso sexual. La ley ha venido a ser como un alto, y en si en algún momento ha sido violentada la mujer tiene derecho a su acción penal.

– Hay grupos y instituciones de mujeres que les apoyan, les da asesoria a nivel psicologico a nivel juridico y les ayudan a sobrellevar esa situación. Las acompañan, procesualmente hablando. Hay sociedades en las que tal vez se ha dado a conocer menos este tipo de problemas, pero el hecho de que callen, no signifíca que no exista. Entonces es bueno que mujeres en todas partes del mundo tengamos oportunidad de expresar lo que pensamos, y hacer uso de los instrumentos y de herramientas que tenemos a la mano.

– Aquí salió la campaña famosa de #niunamas del año pasado?

Sí, la noticia llegó a la gente interesada en este tema. ¿Como sabías que la justicia era para usted, cuales eran las condiciones para que lo lograra?

– Me gradué de maestra. Quería estudiar ingeniería pero las condiciónes económicas no me permitían porqué tenía que dedicarme todo el día a estudiar. Entonces decidí estudiar derecho para poder trabajar y estudiar y poder sostener mi carrera y ayudar en la casa. Trabajaba en la mañana y en la tarde iba a estudiar. De cinco a ocho y media de la tarde en la universidad estatal de San Carlos.

– El moral de la justicia siempre lo he manifestado porque con mis alumnos siempre les enseñaba que había que proceder correctamente, que había que comportarse bien, o sea lo tenía dentro pero honestamente iba a estudiar otra cosa, no lo había pensado.

Cuando supo que le gustaba?

– Una cosa sencilla, después de una semana de estar en la facultad de derecho me sentí así. Como pescesito en el agua, muy feliz, muy contenta, me eran fáciles los analisis, estudiar los códigos, estudiar las leyes, argumentar.

Cuales consejos da a jóvenes mujeres que están pensando en entrar en la carrera?

– Cosas que son prácticas, que son importantes, estudiar, mantener siempre el contácto con los libros, respetar a las personas, eso es un primordial, hacer vivo el derecho porque el derecho se ejerce pensando entonces se tiene que mantener ese constante conoscimiento de la ley, pero no ser una persona lejana sino acercarse más a las personas. Conocer sus necesidades, y tratar con el trabajo que se hace diariamente devolver la confianca en el sistéma de justícia porque durante mucho tiempo se perdió la credibilidad, entonces hay que restaurar los tejidos sociales.

Cada país tiene su cuerpo jurídico. ¿Qué podemos aprender entre diferentes sistemas?

– Derecho comparado? Es interesantísimo cuando podemos conocer las instituciones, como funciona por ejemplo en Suécia y como funciona en Guatemala, establecer diferencias, similitudes, acoplarnos a cosas importantes. Ayá en Guatemala por ejemplo la violencia que se ejerce sobre la mujer hay que nazgan tribunales especiales en los cuales se verifica lo relativo al delito de feminicidio. Ha sido la propia sociedad la que ha determinado la necesidad de la ley del feminicidio y del surgimiento de tribunales de esa naturaleza. Ya hay otros lugares donde lo están tomando como referencia. El surgimiento de la Comisión internacional contra la impunidad en Guatemala (CICIG), y hay otros lugares en Centroamerica donde ya están pidiendo que exista una comisión internacional como la CICIG, porque ha dado buenos resultados en la investigación de casos, sobre todo los de la corrupción.

En el futuro, vamos a llegar a un momento donde ya no tenemos corrupción?

– A mi me gustaría llegar a ese momento.

Visón optimista?

– Si tengo una visión optimista. Cuando empezé ha trabajar en los tribunales de alto riesgo, desde allí y sigo pensando igual, que espero que llegue el día que no hay necesidad que bajen los indices de violencia, que la sociedad esté en mejores condiciones y vaya a llegar un momento cuando digan bueno, ya todos los tribunales quedan iguales, ya no hay necesidad de su especialización. Lo veo positivo. Creo que las cosas tienen que servir para el momento cuando hay crisis, que la sociedad lo demanda, pero no para que siempre existan.

Una justícia para todo el mundo…

– Exactamente.

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